Etiquetas

lunes, 4 de octubre de 2010







Decidí montar el texto de Jorge Alejandro porque es una de los mejores textos que te puedes encontrar hoy en día. Es un esperpento con aires poéticos, que contrasta la sordidez con las imágenes más bellas. Zenzontle Mongol es un grito desesperado para imponer la locura sobre una hipócrita cordura.
La obra es la historia de amor fallido entre un chico y una chica con síndrome de down. Uno de ellos está enamorado del otro, que a su vez desprecia al primero. Como punto de partida parece un poco convencional, pero las cosas se complican al entrometerse la realidad en su idilio soñado.
Yo la recomendaría por la alta dosis de locura que hay en ella. Es como meterse en una alberca llena de tiburones y salir sin mayor daño que con la cabeza arrancada.
El autor de la obra es Jorge Alejandro Suárez Rangel. Debido a la inmediatez de los tiempos que vivimos, prefiere que le digan JASUR, porque sabe que la gente no tiene memoria de más de cinco minutos en el pasado. En términos generales Jorge es un “revienta madres”, sus textos están plagados de lenguaje soez, e imágenes escatológicas. Le importa poco la gramática y la ortografía y se solaza en provocar en el espectador la mayor conmoción posible. Es un alma libre.
Sobre el director de la obra, Hiram Molina, lo menos que se puede decir es que es un mitómano burlón que nunca se toma nada en serio. Su carrera se ha desarrollado más como actor y dramaturgo que como director de escena. Lo cual genera ciertas dudas sobre su capacidad para dirigir teatro. Su estilo es austero y poco dado a la exageración. Ama el artificio teatral y el juego de convenciones. Muere por una beca, pero prefiere mil veces trabajar en televisión.
El proceso de exploración que ha llevado la obra, tiene más o menos un año. En la etapa actual, se está privilegiando más el juego de relaciones y la trasmutación de los subtextos de la obra, de manera que lo que suceda en escena sea siempre contradictorio y discutible. Se busca que la experiencia que tenga el espectador no sea para nada cómoda.
La obra se presenta por primera vez en cartelera, aunque ya se ha enfrentado a diferentes públicos en forma de lecturas dramatizadas, en lugares como el Café 22 y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Zenzontle Mongol ha sido seleccionada como parte de la programación de la Semana Internacional de la Dramaturgia Contemporánea, en una lectura que dirigió Boris Schoemann.
Esta obra es una invitación a quitarse muchos prejuicios sobre lo que es el teatro. Invitamos al espectador a sumergirse en una obra que, de entrada, no pretende ser la más importante del año, ni el proceso más innovador, ni siquiera quiere romper ninguna estructura… Sólo pretende contar una historia de principio a fin, cuya anécdota sea perfectamente clara para cualquier persona.
El montaje de Zenzontle Mongol es de interés general, debido a que conjuga el talento de jóvenes artistas que se encuentran en su mejor momento. Hambrientos, y sin necesidad de buscar la aprobación de nadie, están dispuestos a trabajar con desenfado e irreverencia. El equipo de Zenzontle Mongol es el de un montón de gente, que no teniendo nada que perder, están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias sobre la escena.
Hiram Molina